ENTREVISTA A CARMEN ENGUITA – ICONO MUJER INTEMPORAL para Vanitas

ENTREVISTA A CARMEN ENGUITA – ICONO MUJER INTEMPORAL para Vanitas

Carmen, solo estando cerca de ti, una se siente bien, agusto con la vida y en presencia. ¿Cómo se llega a esto?

A esto se llega sintiéndote a gusto en tu piel, implica valoración de ti misma, habitar tu cuerpo, tu raíz, tener una percepción de unidad de ti misma. Yo lo llamo tener presencia biológica.

 

 ¿Qué camino has recorrido para llegar a este momento en el que eres inspiración para miles de mujeres?

Durante mi vida he acompañado a miles de mujeres en sus distintos momentos vitales; al pasar mi propio umbral de la madurez, quedé fascinada por esta etapa de la vida, por su fuerza y su potencial para transformarnos y transformar.

Hoy me considero Mujer Intemporal y lo manifiesto por cada poro de mi piel y por cada palabra que sale de mi boca. Ahí radica mi gran motivación como inspiradora para miles de mujeres, para que amen sus vidas tengan la edad que tengan.

Desvelar la dignidad femenina, desafiar las mentiras del cuerpo y del alma ha sido y es misión de vida para mí.

Tengo una trayectoria vital y profesional muy extensa, he sido y soy investigadora infatigable, fui pionera y precursora del movimiento de consciencia que arrancó en España a inicios de los 80, en plena movida madrileña. Experimenté durante muchos años las cualidades de lo masculino (el éxito, la influencia, lo directivo…) y también las cualidades de lo femenino (la escucha, el fluir, la creatividad…). Hoy abrazo ambas y ambas me enseñaron a amar a las personas vivan la realidad que vivan.

 

Carmen, son muchas las mujeres para quienes representas, como nadie, a la Mujer Intemporal. ¿Qué crees que les fascina de ti, que desearían poner en sus vidas?

Lo que las mujeres me dicen continuamente es que soy pura inspiración para ellas, ven en mí a esa Mujer Intemporal que hace de espejo en ellas. Me ven bella por fuera y saben que eso emana de dentro.

Mi mayor activo hacia las mujeres  es mi ejemplo como mujer madura que soy, que practica lo que propone.

Lo que soy es lo que doy, ven en mí, naturalidad, me sienten muy real, muy de verdad; yo les hablo de lo cotidiano, de lo que viven cada día y hablo a mujeres reales, no a estereotipos.

Desde ahí las inspiro a sentirse identificadas y a tener ganas de vivirse sin tantos tapujos ni prejuicios. Dejan atrás muchos miedos e incertidumbres y se abren a la vida y a la creatividad.

Me sienten llena de vida y ¿quién no desea poner eso en su vida?

 

¿Qué nos pasa a las mujeres cuando llegamos a ese umbral que es la madurez? ¿Qué es lo que no aceptamos?

Hay resistencia a envejecer, “vértigo» a lo desconocido, a lo que supone ir hacia la vejez, a verte invisible de cara a la sociedad, a los tuyos… así que te ves estirando la juventud hasta que un día te ves ridícula haciendo cosas que ni te apetecen ni te llenan, pero que te hacen seguir ahí al pié del cañón equivocado, que pertenece ya al pasado.

Miedo a no saber qué es lo que te depara una etapa de la vida poco cuidada, sin mística, que tan mala prensa tiene.

Vértigo a pasar de una etapa de esplendor, de crianza, de ir hacia afuera, a una etapa de recogimiento, de mayor introspección.

Definitivamente, la resistencia a envejecer es el mayor miedo. Y esto se empieza a sentir en el septenio que comienza alrededor de los 42 años.

 

Pero está claro, viéndote a ti, que hay otra forma de vivir la madurez, de irradiar belleza a cualquier edad. ¿Por dónde comienza una mujer ese camino? 

Es el momento de desafiar y cuestionar todos los estereotipos y creencias que hay  acerca de la madurez, eso es fundamental.

Una mujer comienza ese camino estando en su cuerpo, observando, porque en la madurez ya tenemos capacidad de observar, ir hacia dentro y observar los dones que se le abren, porque en cada etapa de la vida, desde que nacemos, se nos abren unos dones y quedan atrás otros. Ese cuestionamiento sale de forma natural para poder vaciarse, dejar el espacio a lo nuevo, a los dones que se abren ahí para ti.

Por ejemplo, el septenio que va de los 42 a los 49 se abre al vaciamiento, a desafiar relaciones, creencias, a soltar todo lo que no proporcione paz ni equilibrio relacional… y así podría contarte septenio trás septenio. La vida es muy sabia y nos da lo que necesitamos en cada momento.

 

Carmen, ¿cómo se llega a habitar el cuerpo? y ¿cómo consigues transmitir ese halo de estar siempre habitada? porque tengo la sensación de que ahí está el secreto de la belleza intemporal.

En efecto, el secreto de la belleza intemporal está en habitar el cuerpo, en encarnar lo que tenemos porque ahí hay tesoros inconmensurables. Está el don de la ciclicidad, el don de tener un espacio (nuestro útero físico o energético) que acoge la vida, tener consciencia corporal sin divisiones, somos completas.

Está el hecho de que nuestro cuerpo de cintura para abajo, nuestra raíz, nos permite metabolizar la vida, experimentar el deseo de vivir, nos permite generar combustible, integrar ese vacío que acoge la vida con todo lo que hay… todo esto es increíble, pero claro si estamos en la cabeza siempre, si estamos pensando que nos salió una arruga más, si nos creemos todo lo que nos cuentan, esto se hace imposible.

Se nos ha vendido que cuando la mujer llega a su madurez se produce un declive, una pérdida de atractivo, de vitalidad y todo eso nos lo hemos terminado creyendo, pero en realidad suceden cosas increíbles, aumentas la confianza en tus opiniones, en tus  decisiones, en tu intuición, en tu sabiduría… y todo eso te permite avanzar hacia la autenticidad, tu cerebro se recablea y te conviertes en una mujer sabia y de ahí es de donde se desprende la belleza intemporal.

 

¿Para quién haces lo que haces? ¿Dónde dirías que radica tu diferencia al hablar con las mujeres?

Me doy cuenta de que hoy hay muchas iniciativas para hablar a las mujeres desde perspectivas totalmente alineadas con mi forma de ver la vida, lo agradezco y lo aplaudo, pero de la misma forma, percibo que no se habla a la mujer madura sino que se centra todo el diálogo en el estereotipo de la mujer joven, pareciera que toda la vida tenemos que vivir en la treintena y eso no es real.

Yo hablo directamente y sin tapujos a la mujer que está en otra cosa, en otro estadío de su vida, su madurez y lo hago desde la amplia experiencia que tengo de más de 35 años desvelando la dignidad femenina y desde la madurez que hoy encarno en mi propia existencia.

Si la mujer dignifica esta etapa en la que entra, al inicio de ella, es decir entre los 42 y los 55 años, ya te digo yo que se convierte en Mujer Intemporal.

 

Carmen, eres inspiración real para las mujeres, pero para llegar hasta aquí has salido muchas veces de tu zona de confort ¿no es verdad? presiento que si no movemos el culo…

Bueno, nada se suele conseguir desde el sofá de casa, claro.

Es fundamental primero comprender los dones que se te abren en cada etapa porque aprender a vivirlos es lo que te pone en el fluido de la vida y te ofrece las herramientas necesarias para vivir desde tu propia valoración.

Esas herramientas están en ti:

  • Date tu tiempo y espacio para cuidarte, para explorar y practicar.
  • Desafía hábitos y estereotipos sociales y culturales y hasta tus propias creencias, sabiendo que la salud y el bienestar son tu estado natural.
  • Deja de esperar que los demás te hagan feliz y toma la responsabilidad de ser tú el orígen de tu felicidad.
  • Explora un pilar fundamental para el paso del umbral de la madurez: La hormona desconocida ATC (Atención Tierna y Cariñosa).
  • Tú eres lo más importante en esta larga etapa de la vida, vuelve la mirada hacia tu interior.
  • Crea salud a través de una alimentación real, haz ejercicio, cuida tu suelo pélvico, tu mente y tus emociones.
  • Aleja lo que puedas el estrés, es tu mayor enemigo.
  • Atiende las llamadas de atención que te muestra tu biología, son alarmas de actualización que se expresan en posibles síntomas. Míralas de frente.
  • Da aire fresco a tu energía sexual.

Ahora bien, necesitamos energía vital para ponernos en funcionamiento, si no, la pereza y la desidia nos ganan la partida. Conectar con esa energía creadora femenina es lo que va a generar la chispa, el combustible que necesitamos para madurar frescas, espléndidas y radiantes.

 

Para terminar ¿Qué significado tiene para ti ser Modelo Intemporal?

Bueno, la realidad es que yo siento que atravieso la etapa más apasionante de mi vida y como modelo intemporal tengo la posibilidad de  transmitir valores, de apoyar a las mujeres, que puedan ver como una mujer madura irradia belleza, como pone esa atención tierna y cariñosa en su vida.

Es una manera de inspirar y de apoyar otra manera de vivir la madurez, la belleza, la moda. Una moda que respete a las mujeres, que respete las marcas. Yo trabajo con marcas éticas para el cuerpo de las mujeres, éticas con la producción, con el medio ambiente, con la tierra.

Esto es lo más novedoso que podemos hacer todos, reconvertir la belleza en una belleza natural, valorar esos surcos donde el alma se expresa, valorar esa radiancia de la belleza que viene de dentro, de sentirte, de reconocerte, de amarte, de valorar tus heridas que has podido sostener, de sentir la fortaleza y la vulnerabilidad que tienes.

Todo esto me apasiona poderlo transmitir a través de ese icono de Modelo intemporal, me encantaría que fuera la semilla de una tribu de mujeres modelos intemporales que pusieran patas arriba todos estos estereotipos que tanto daño han hecho a las mujeres, la eterna juventud, la exigencia de una belleza insostenible y falsa.

Nunca ha habido en el planeta tantas mujeres maduras dispuestas a revolucionar el mundo.

 

Entrevista realizada a Carmen Enguita para la revista Vanitas

He creado un espacio virtual para las mujeres, en el que invocar lo femenino, liberar tabúes, desvelar sabiduría y encarnar conocimiento:

El Club de las Artes del Mujerío

Un espacio que nos devuelve al origen de nosotras mismas, una Gran Tribu de mujeres que recorren en profundidad cada una de las energías que nos habitan para conectar con nuestro femenino profundo.

Actualmente, las puertas del Club están cerradas, pero puedes registrarte en Lista de Espera y te avisaré cuando el Club vuelva a abrir sus puertas.

Cómo la descubrí a ELLA

Cómo la descubrí a ELLA

Mi niñez la pasé vagabundeando por el campo.

Y allí estaba ELLA.

Sin saberlo de forma consciente, ELLA me impregnaba, me consolaba, me revitalizaba, era el abrazo de la madre siempre disponible.

Fui a un colegio de monjas, donde la misa diaria, los cantos gregorianos de las monjas, los artesonados de madera y el olor a cera, flores, velas… despertaron en mí la mística que llevaba dentro, me embelesaba con esos aromas de eternidad.

El mes de mayo dedicado a María, cientos de flores blancas, nuestros velos y guantes blancos, las ofrendas de flores diarias…

…Ahí estaba ELLA, distorsionada de sus orígenes, pero ahí estaba.

Toda la puesta en escena me llevaba a un lugar profundo y lejano.

Nunca presté atención a los pecados, los mandamientos, los dogmas, al rito de la confesión que era la misma cantinela… ELLA me hablaba más allá de las formas, calmaba mi angustia de no encajar, de no pertenecer.

No sé si sería por toda esta inspiración, que uno de mis juegos favoritos era hacer altares con ladrillos que ponía escalonados, los cubría con telas blancas y los llenaba de flores recogidas en el campo.

Allí estaba ELLA y era para ELLA que los creaba.

Llegó la adolescencia, los 20…

A los veinte y pocos daba clase de yoga a un grupo de mujeres en un pueblo de la sierra, hicimos yoga en los sitios más inconfortables para la práctica, un salón polvoriento de un teatro cerrado hacía tiempo, los vestuarios de un campo de fútbol, una sala a bajo cero en invierno, sin calefacción, y allí estaba ELLA, en la paciencia, la fuerza, la perseverancia, el coraje, las ganas de conectarse a lo profundo, la alegría de compartir juntas…

Las mujeres llegaron a manifestarse frente al Ayuntamiento para conseguir un espacio digno para la práctica y lo consiguieron.

Ellas fueron mi primer círculo de mujeres valientes.

Allá por mis 30 viajaba a India una vez al año para celebrar el Navaratri, una festividad dedicada a ELLA, que acontece en primavera y otoño en toda la India.

Durante 9 días se celebra y honra un aspecto diferente del eterno femenino de la Diosa, ofrendas, perfumes, flores, mantras, ceremonias de fuego me impregnaban día y noche.

La conocí con el nombre de Durga Saraswati y otros muchos, pero fue en su aspecto fiero iniciador, la oscura Kali, que me desveló la profundidad de mi femenino, me mostró la muerte necesaria para avivar el amor y la vida.

En aquel entonces, a mis 34, su voz se hizo presente en mí; me decía: “tu mujer está seca, se rompe”; se hizo presente en mis sueños vívidos, en mis visiones me ofrecía símbolos, imágenes incomprensibles en ese momento, me visitaba la imponente serpiente en mis respiraciones…

Me dejaba penetrar por ese espíritu creador.

Una amiga me trajo el famoso libro “las mujeres que corren con los lobos” en inglés, no existía en español; fue mi libro de cabecera por mucho tiempo aunque no podía entenderlo en su totalidad.

Se fue creando una amistad invisible entre su autora, Pikola Estes, y yo.

Hilos de sabiduría femenina se tejían, me llegaban e inspiraban.

La misma amiga me regaló varios libros de la antropóloga, Maria Gimbutas, y para mi sorpresa, allí estaban esas imágenes y símbolos que yo veía.

¡WOW! Las Diosas del Paleolítico. Allí estaba ELLA.

Pero fue en Grecia, tierra de Diosas, que como acto simbólico tiré la llave de la habitación del hotel a la papelera del aeropuerto, de vuelta a Madrid.

Esa llave representaba mi masculino herido, la búsqueda de reconocimiento masculino, la valoración del hacer, el éxito a toda costa, el abandono de mi femineidad en busca de esos estereotipos que en nuestra cultura están sobrevalorados y que la cultura patriarcal se ha encargado de transmitir con tesón.

Empezó mi viaje heroico y apareció ese libro traducido al español, “Ser mujer, un viaje heroico”, que me hizo vivirlo en mis carnes, destilarlo en el silencio.

Allí estaba ELLA.

Enseguida supe que ELLA acudía a mi llamada enseñándome qué era lo femenino; me quedaba en silencio, receptiva… “cuéntame quién soy como mujer, quién es la oscura kali en mí, qué necesitamos oír las mujeres, qué quieres que sea transmitido”.

Entendí qué es ser portadoras y el significado profundo de la sabiduría de lo femenino; entendí que se transmite desde un tejido invisible, si eres capaz de usar tu don, de recibir y preparar amorosamente tu receptáculo femenino.

Seguí sus pasos en el sur de Francia, hice la ruta de las vírgenes negras, me adentré en los misterios Cátaros, en los bosques, nacimientos de agua, cuevas, descubrí el pequeño pueblo Rennes le Chateau y sí, allí estaba ELLA bajo el nombre de María Magdalena, por aquel entonces bastante desconocida.

Encontré sus huellas muy vivas en Glastonbury, allí nunca dejó de estar visible ELLA.

He vivido y vivo bellas aventuras del alma-corazón rastreando su voz, sus pasos, sus huellas.

Todavía puedo paladear los años de profunda exploración del principio femenino en mí, sin dejar de lado el principio masculino, al que puse a sanar y a ocupar su lugar de equilibrio.

Qué riqueza creativa toda la exploración, investigación, puesta en práctica de lo femenino, agradezco haberme dedicado todo el tiempo que fue necesario.

Hubo momentos intensos de dolor y lágrimas al sentir en mi cuerpo el cuerpo de la tierra, el de las mujeres, el de los hombres, las heridas infligidas por un sistema que no tiene en cuenta el principio femenino del cuidado de la vida, la ciclicidad, la muerte necesaria para renacer y tantos matices que hacen que vivamos en una sociedad coja, enferma, dual…

Sí, ELLA se expresó con la creación de un taller al que volqué toda mi esencia durante 25 años, “Viviendo la Mujer que Soy” y ahora, en este momento vital por el que transito, alza su voz con fuerza en la creación del “Club de las Artes del Mujerío”, un espacio virtual para las mujeres, en el que nutrirnos y dejarnos inspirar por el eterno femenino y su tremenda creatividad.

ELLA aprovecha la divina cotidianidad para dejarte su amor.

Amor para ti.

Carmen Enguita

He creado un espacio virtual para las mujeres, en el que invocar lo femenino, liberar tabúes, desvelar sabiduría y encarnar conocimiento:

El Club de las Artes del Mujerío

Un espacio que nos devuelve al origen de nosotras mismas, una Gran Tribu de mujeres que recorren en profundidad cada una de las energías que nos habitan para conectar con nuestro femenino profundo.

Actualmente, las puertas del Club están cerradas, pero puedes registrarte en Lista de Espera y te avisaré cuando el Club vuelva a abrir sus puertas.

¿Por qué las mujeres necesitan a La Diosa?

¿Por qué las mujeres necesitan a La Diosa?

Para contestar esto, primero tenemos que comprender la importancia de los símbolos religiosos y de los ritos en la vida humana y, además, considerar las consecuencias de la imagen masculina de Dios en la vida de las mujeres.

Los símbolos religiosos tienen mucha importancia en la sociedad

Según el antropólogo Clifford Geertz, los símbolos religiosos definen los valores más profundos de una sociedad y de sus miembros. 

La religión tiene una fuerza muy poderosa en la psique de las personas. Provee ritos y símbolos que permiten a las personas enfrentar situaciones límites en la vida (la muerte, el sufrimiento, el mal) y pasar importantes momentos de transición en la vida (el nacimiento, la sexualidad, la muerte).

Llevan a las personas a aceptar o sentirse cómodas dentro del sistema que les toca vivir. 

Así que, incluso aquellas personas que “no creen ya en Dios” o no participan en las estructuras institucionales de la religión patriarcal, pueden no estar libres del poder simbólico del Dios Padre.

Es posible que no sigan las prácticas religiosas y que al encontrarse en una iglesia o una sinagoga para asistir a un matrimonio, un fallecimiento… aquello siga afectando a su inconsciente, sobre todo, si se encuentran en un momento difícil.

La mente aborrece el vacío. Los sistemas simbólicos no pueden ser rechazados, tienen que ser reemplazados, y esto es muy importante. Donde no ha habido ningún reemplazo, la mente volverá, en momentos de crisis, frustración o derrota, a las estructuras mentales habituales.

El símbolo de La Diosa tiene mucho que ofrecer a las mujeres que tratan de desvincularse del desprecio del poder de la mujer, de la denigración del cuerpo de la mujer, de la desconfianza frente a la voluntad de la mujer y de la negación de los vínculos de las mujeres que ha engendrado la religión patriarcal.

La Diosa reafirma el poder de la mujer

Es fuerte y creativo. La mujer no necesita buscar ni a los hombres ni a las figuras masculinas como salvadoras. 

La fuerza y la independencia del poder de la mujer se puede intuir al contemplar las imágenes antiguas y modernas de la Diosa. 

Sin embargo, para muchos es difícil de comprender al colocarse en agudo contraste con los paradigmas de la dependencia frente a los hombres que han predominado en la religión y la cultura occidentales.

La afirmación del poder femenino contenida en el símbolo de la Diosa sostiene y fortalece la confianza de las mujeres en su propio poder y en el poder de las otras mujeres, tanto en la familia como en la sociedad.

El cuerpo de la mujer y sus ciclos de vida son sagrados para La Diosa

La posición menstruante y progenitora de la mujer hace obvia la conexión que existe entre su cuerpo y la naturaleza en este mundo.

Las mujeres fueron denigradas porque parecían más carnales, corpóreas y terrenales que los hombres y esto se simboliza en el mito de Eva, que es tradicionalmente vista como tentadora sexual. 

Esa denigración del cuerpo femenino se expresa a través de tabúes culturales y religiosos relacionados con la menstruación, el alumbramiento y la menopausia.

Pocas mujeres de nuestra cultura se han criado en un clima de afirmación de su menstruación como una conexión con el poder sagrado. Lejos de eso, la mayoría de las mujeres aprende que la menstruación es una maldición y se crían creyendo que es aconsejable esconder los sangrientos hechos de la menstruación. 

La denigración del cuerpo de la mujer y de sus poderes se expresa más profundamente en las actitudes occidentales hacia el parto. La iconografía religiosa no celebra a la que da a luz y no hay ninguna teología o ritual que anime a una mujer a celebrar el proceso del nacimiento como experiencia espiritual.

Y es así que una mujer actual, al dar a luz, se ve como objeto pasivo que requiere, por ejemplo, de anestesia para no sentir, convirtiendo un momento tan trascendente para la mujer en un puro trámite.

Muchas mujeres defienden el parto natural para subrayar la necesidad de las mujeres de tener control sobre sus cuerpos y sentir orgullo de ellos, incluyendo el proceso del parto.

La cultura occidental tampoco otorga mucha dignidad a la mujer posmenopaúsica, la que envejece. Nuestra cultura se construye sobre la negación de la vejez y la muerte y las mujeres sufren de manera más severa esta negación que los hombres. 

Las mujeres son colocadas sobre un pedestal y consideradas poderosas cuando son jóvenes y hermosas, pero se dice que pierden este poder al ir envejeciendo. Algunos hombres son vistos como sabios e influyentes cuando son de edad avanzada, pero a las mujeres de edad se les tiene lástima.

La iconografía religiosa apoya esta actitud cultural hacia las mujeres que envejecen. La pureza y virginidad de María y de las Santas se expresa a menudo en la iconografía de la juventud perpetua.

El símbolo de la Diosa representa  los procesos de nacimiento, muerte y renacimiento de los mundos naturales y humanos y esto se expresa a través de la conexión simbólica entre los veintiocho días del ciclo menstrual y los veintiocho días del ciclo de la luna. 

La Diosa es celebrada en el triple aspecto de juventud, madurez y vejez.

Al final de la vida, las mujeres encarnan el aspecto de la vejez de la Diosa. La mujer vieja y sabia, la que sabe por experiencia propia lo que es la vida, aquella cuya cercanía a la muerte le da una distancia y una perspectiva única.

De este modo, las mujeres aprenden a valorar la juventud, la creatividad y la sabiduría en ellas mismas y en las demás mujeres.

La Diosa valora la voluntad de la mujer

En los círculos de la Diosa, la energía se obtiene por medio del canto y la danza.

El énfasis en la voluntad es importante para las mujeres, porque se les ha enseñado, tradicionalmente, a menospreciar sus deseos, a creer que no pueden lograr la satisfacción de éstos por medio de su propio poder y hasta a suponer que el ejercicio de la voluntad es malo. 

La religión patriarcal ha reforzado el punto de vista según el cual la iniciativa y la voluntad de la mujer son perversas, a través de Eva y María.

Eva ocasionó la caída al imponer su voluntad contra la voluntad de Dios.

María comenzó la nueva era con su respuesta a la iniciativa de Dios, “que se haga en mí según tu palabra”.

Esto tiene consecuencias especialmente perniciosas para las mujeres dentro de la cultura occidental.

Cuando creamos un contexto centrado en La Diosa, la voluntad se valora, la mujer no se limita a esperar y a aceptar la voluntad de otros, como ocurre bajo el patriarcado. 

Tampoco adopta la forma egocéntrica de la voluntad que persigue sus intereses propios sin considerar los intereses de los demás, lejos de eso, la voluntad puede expresarse sólo cuando se ejerce en armonía con las energías y voluntades de los demás. 

Esta disciplina estimula a las mujeres a reconocer que no todos los momentos son propicios para la expresión de cualquier voluntad.

Y así saben que la primavera es una época de nuevos comienzos en el amor y en el trabajo; que el verano es el momento de las manifestaciones externas y que el otoño y el invierno son épocas propicias para despojarse de lo exterior, buscar el centro interior y extender las raíces.

Las mujeres sabias tienen la tradición de creer que cuanto sea enviado fuera, regresará y esto les recuerda que hay que afirmar sus voluntades en cooperación con las demás voluntades y energías.

La Diosa celebra los vínculos entre las mujeres. El vínculo madre-hija

En la literatura, normalmente se ha escrito sobre las mujeres, casi exclusivamente en sus relaciones con los hombres. 

Las celebraciones de los vínculos  de mujeres entre ellas, como madres e hijas, colegas y trabajadoras, hermanas, amigas y amantes, pertenecen más a la nueva literatura de nuestros días y a los movimientos de las mujeres.

El vínculo madre-hija es la clave de todos los demás.

“El vínculo madre-hija es quizás el más importante entre las mujeres, el flujo de energías entre dos cuerpos biológicamente semejantes, uno de los cuales ha descansado en amniótico éxtasis dentro del otro, uno de los cuales ha trabajado para dar a luz al otro…”

Adrienne Rich

Esta relación madre-hija se celebra muy poco en la religión y la cultura patriarcal.

El cristianismo celebra la relación del padre con el hijo y de la madre con el hijo, pero la historia madre-hija está desaparecida.

Se ha escrito  muchísimo sobre el complejo de Edipo (el hijo con la madre), pero poco sobre la relación de la hija con la madre.

Estos esquemas están cambiando en la nueva cultura creada por las mujeres, en la cual, los vínculos entre ellas empiezan a ser celebrados.

Carmen Enguita

He creado un espacio virtual para las mujeres, en el que invocar lo femenino, liberar tabúes, desvelar sabiduría y encarnar conocimiento:

El Club de las Artes del Mujerío

Un espacio que nos devuelve al origen de nosotras mismas, una Gran Tribu de mujeres que recorren en profundidad cada una de las energías que nos habitan para conectar con nuestro femenino profundo.

Actualmente, las puertas del Club están cerradas, pero puedes registrarte en Lista de Espera y te avisaré cuando el Club vuelva a abrir sus puertas.

La Sabiduría. El lado femenino de Dios

La Sabiduría. El lado femenino de Dios

Hemos sido muy descuidados con la naturaleza, con otros seres humanos, con nosotros mismos e incluso con Dios. 

Nos hemos metido en un callejón sin salida.

Somos una civilización que solo sabe dirimir los conflictos con la violencia de las armas, que reprime a las minorías, a los débiles, que explota la naturaleza y destruye el medio ambiente. 

¿Dónde está el origen que nos ha llevado a un fracaso tan estrepitoso?

La humanidad, en algún momento, decidió elevar a un Dios patriarcal por encima de cualquier otro tipo de concepción de Dios. 

Una decisión de la que nuestra civilización debe responsabilizarse.

Hemos proscrito a La Sabiduría (la parte femenina de Dios), en favor solo del Conocimiento (la parte masculina de Dios) y comprobamos ahora, con horror, que nuestra existencia fracasa.

Hoy se hace necesario escuchar la llamada de la Sabiduría, que es mucho más que conocimiento, es el conocimiento éticamente responsable

Queramos verlo o no, existe una clara y dolorosa relación entre una religión patriarcal y una sociedad violenta.

¿Cómo ha podido ocurrir que toda una cultura se haya distanciado de la Sabiduría? ¿Dónde quedó el lado femenino de Dios?

Nuestro concepto de divinidad es solamente masculino. 

Se nos ha mostrado un Dios con forma de persona. Y si Dios es una persona, la mente humana sólo puede comprenderla en términos de masculino o femenino. 

Cualquier otra interpretación se convierte en una abstracción teológica que el ser humano no puede comprender con el corazón o con el alma. 

La concepción y la imagen que la humanidad tiene sobre Dios precisan de una transformación, porque tiene una relación directa con la minusvaloración de lo femenino en nuestra cultura (no hablo de lo femenino como género, sino de lo femenino como cualidad).

Y esto es muy importante porque:

Si este concepto de Dios no se transforma, no puede cambiar nada (así lo han demostrado tantas revoluciones a lo largo de la historia), ya que ningún cambio paradigmático social, económico o ecológico surtirá efecto, si no se produce también uno teológico.

Es preciso crear una nueva forma de sentir y de pensar, una nueva manera de estar en el mundo y una nueva manera de concebir a Dios. 

Solo un cambio de esta magnitud podrá erradicar, entre otras muchas cosas, la antiquísima lucha de sexos.

Sophía, la parte femenina de Dios, la divina sabiduría

En nuestra cultura, lo femenino nunca estuvo en el mismo rango que lo masculino y las mujeres no hemos sido arropadas por una imagen espiritual del mismo valor que el principio masculino.

Siempre hemos oído la palabra Dios, pero hasta hace poco no hemos oído la palabra Diosa.

Sin embargo, existió y el Génesis la nombra, era Sophía, la parte femenina de Dios en nuestra cultura, la que traía la sabiduría a la tierra y que poco a poco fue desapareciendo del lenguaje común.

La Gran Diosa, venerada por todos los pueblos de la Antigüedad bajo distintos nombres.

En el Antiguo Testamento, Yahvé aparece en compañía de una figura femenina, la Sabiduría, que existía antes de cualquier criatura.

Sophía satisfizo durante siglos la necesidad que el alma tiene del aspecto femenino de Dios.

Lo femenino en Dios ha estado presente en todas las culturas y se ha conservado sin interrupción hasta nuestros días, bajo multitud de nombres y de distintas formas.

En el Antiguo Testamento se la despojó de todo elemento ritual para evitar cualquier similitud con lo pagano, pero logró conservar las más bellas peculiaridades de la Diosa, su sabiduría y su amor por los seres humanos.

Ya no fue más la Diosa de la Antigüedad, porque cedió su fuerza creadora a Yahvé, pero siguió estando ahí y su divinidad ha sido captada por el profundo instinto del alma humana que anhela llegar al ser-completo.

Aunque se pueda reprimir o combatir a los dioses, no se les puede eliminar sin dejar rastro. No es posible.

Hoy son muchas las mujeres que exploran la Diosa, sobre todo desde la cultura griega, aunque la cultura griega ya está bastante alejada de lo que es el origen de lo femenino. Muestra a las Diosas con formas muy humanas y suelen venir del esperma de algún Dios, pertenecer a un Zeus… 

En nuestra cultura religiosa hay una figura femenina, es verdad, pero es una figura que es Madre y que solo se nos ha mostrado como Madre, siempre hay una relación de una madre y un hijo.

Sophía ahí no está equiparada.

Y eso tiene una carga en las mujeres, muy profunda.

A María, se la ha mostrado como “virgen envidiada”, como “doncella inmaculada” y, aunque hermosa y consoladora, hoy las mujeres no pueden identificarse con esa sumisa obediencia de María que durante tanto tiempo se les ha exigido y tampoco pueden hacerlo con su cuerpo celestial.

¿Cómo vamos a identificarnos si ni siquiera nos dejaron sentir en ella la huella femenina de una nueva maternidad? El parto nunca ha estado presente ahí, no aparece en la venida al mundo.

Y esto es una gravísima distorsión. 

Todo esto lo hemos chupado en el inconsciente, hombres y mujeres, y ahora vivimos desencarnados de esa fuerza de lo femenino en la Creación.

¿Dónde quedó esa Energía Creadora femenina? porque esos han sido nuestros orígenes y hoy necesitamos redefinirlos, darles una vuelta, nombrarlos de otra manera, crear otros que nos convengan porque estos seguramente no nos convienen.

El principio femenino y el principio masculino son uno

En la Creación, en la naturaleza misma, hay siempre 2 principios, el principio masculino y el principio femenino. Son 2 emanaciones, 2 movimientos que se dan en todo constantemente, en nuestra propia respiración (inhalo-exhalo)…

En un principio está el otro. Siempre van juntos, el juego de las polaridades. No pueden estar separados y cuando me voy mucho a uno, distorsiono el otro porque están naturalmente unidos. 

Eso es justamente lo que nos ocurre como humanidad.

Vivimos escorados hacia lo masculino (el ir en busca de lo que se quiere, el hacer, el lograr…), deberíamos ponerlo a sanar y acoger para equilibrar el principio femenino en nuestras vidas. 

El principio femenino es la vida, vive con gozo, con ciclicidad, con fluidez, es el que sostiene, nutre, acompaña, protege…  lo femenino siempre va a encontrar algo que apoye la vida, siempre va a encontrar el camino de enmedio. 

Vivir sin un principio femenino profundo da mucha inseguridad, porque estamos como desconectadas de la organicidad, de nuestro cuerpo, del principio de la vida.

¿Cómo podríamos aproximarnos a La Sabiduría?

Por ejemplo, bebiendo de las fuentes bíblicas y de los testimonios de las personas que han tenido una relación íntima y especial con ELLA, con la experiencia próxima e inmediata de la Sabiduría, la Divina Sophía.

Estudiosas de la mitología, investigadoras, arqueólogas… se afanan en esa búsqueda de lo femenino en Dios, porque lo oficial está claro que no les basta. 

La  investigadora americana, Merlin Stone, viajó durante diez años por las excavaciones del Próximo Oriente siguiendo sus huellas y escribió así de ELLA, en su libro “Cuando Dios era Mujer”.

“En algún momento de mi vida me habían dicho -y yo acepté la idea- que el sol, grande y poderoso era naturalmente adorado como símbolo masculino, mientras que la luna, símbolo de sentimiento y amor, siempre había sido venerada como femenina

Con gran sorpresa, devorando textos en las bibliotecas, descubrí relatos de Diosas Sol en las tierras de Arabia, Australia, Anatolia… y los Khasis en India.

También acepté sin discusión que la Madre Tierra se identificaba como femenina, mientras que el cielo era naturalmente masculino, hasta que supe que casi todas las deidades femeninas de Oriente tenían el título de Reinas del Cielo.

Pero lo más impactante fue descubrir numerosos relatos de Creadoras femeninas de la existencia, divinidades a las cuales se les atribuye la Creación, no solo de las primeras personas, sino de la tierra y los cielos completos. 

Existen archivos de tales Diosas en Sumer, Babilonia, Egipto, África, Australia y China.

La adoración a deidades femeninas aparecía en todas las partes del mundo y cuánto más leía, más descubría”.

La arqueóloga, Marija Gimbutas, nos dice esto de ELLA:

“Esta cultura no fue patriarcal. Fue una sociedad solidaria. Los dos sexos estaban unidos y hombres y mujeres trabajaban por el bien común. vivían en armonía. Esto duró probablemente hasta la era paleolítica.

Hasta que hordas de guerreros llegaron desde el este, allá por el 4.200 A.C. en la Europa centro-oriental.

Aquí empieza prácticamente el fin. Desaparece el arte, la hermosa alfarería pintada, las esculturas y la escritura sagrada. Fue un cambio repentino y traumático.

Mi explicación es la aparición de los proto-indoeuropeos en Europa, quienes establecieron su sociedad de clases, el sistema patriarcal y su panteón patriarcal de dioses gobernado por deidades masculinas.

Puedo decir que desde épocas muy tempranas, la Diosa fue considerada tanto la dadora de vida como la quitadora de vida.

Es interesante señalar que en esa época, las deidades masculinas constituían sólo el 3% a 5% del total de las esculturas neolíticas”.

La energía creadora femenina

Al comienzo de la cultura humana, existía la mujer y la primera concepción que tuvieron los humanos de lo divino, no podía ser más que femenina. 

La fuerza creadora femenina estaba tan cercana y era tan próxima a las fuerzas creadoras de la naturaleza que incluso regía el ciclo femenino y las fases de la luna.

La Diosa, como Gran Madre, no solo era origen de toda criatura, de todo lo que nacía y moría, sino que tenía el cosmos en sus manos, sin esa dimensión cósmica su culto no hubiera podido desarrollarse.

ELLA no es una Diosa envidiosa o autócrata. No es excluyente, sino inclusiva y a todos los completa.

ELLA no separa el cuerpo del alma, la naturaleza del espíritu, lo femenino de lo masculino, la tierra del cielo, el yo del tú o del nosotros.

Sophía está al margen de disputas teológicas. Nadie tiene que abandonar la Iglesia o darle la espalda al cristianismo para atraer a Sophía en la forma que cada uno prefiera, para quedar imbuida de ella. 

En este cambio de paradigma que hoy tanto se anuncia, el ser humano vuelve a buscar un modo más amable de relacionarse con la naturaleza, los animales y con sus hermanos. 

Sophía no sería hoy redescubierta con tanta pasión si su pérdida no hubiera sido tan devastadora para nuestra sociedad.

Carmen Enguita

He creado un espacio virtual para las mujeres, en el que invocar lo femenino, liberar tabúes, desvelar sabiduría y encarnar conocimiento:

El Club de las Artes del Mujerío

Un espacio que nos devuelve al origen de nosotras mismas, una Gran Tribu de mujeres que recorren en profundidad cada una de las energías que nos habitan para conectar con nuestro femenino profundo.

Actualmente, las puertas del Club están cerradas, pero puedes registrarte en Lista de Espera y te avisaré cuando el Club vuelva a abrir sus puertas.

Bibliografía

Libro – Sophía “Aspectos de lo divino femenino”- de Susanne Schaup
Libro – “Arqueomitología” de Joan Marler
Libro – “Cuando Dios era mujer” de Merlin Stone
Libro – “La Diosa” de Carol P. Christ

Si quieres profundizar, aquí tienes libros maravillosos también:

Libro – Diosas y Dioses de la vieja Europa de Marija Gimbutas.
Libro – El Lenguaje de la Diosa de Marija Gimbutas.
Libro – El Cáliz y la espada de Riane Eisler.

¿Qué es el baño de bosque o Shinrin-Yoku? Orígenes y beneficios

¿Qué es el baño de bosque o Shinrin-Yoku? Orígenes y beneficios

La naturaleza siempre ha sido mi hogar, mi lugar de aprendizaje, de sanación, de revitalización y transmutación.

Hoy se habla a menudo de los baños de bosque, los baños forestales, del Grounding, del Earthing

Muchas lo hemos hecho toda la vida, con consciencia o sin ella, y ahí radica toda la diferencia.

¿En qué consiste darse un baño de bosque?

 Andar en consciencia en la naturaleza es una manera sencilla de reconectarnos al vínculo que tenemos con la tierra y con el sistema solar y esto, además, genera en las personas salud, armonía y una reconexión espiritual al Ser.

 Al caminar en silencio, con una respiración consciente, abres los sentidos…  y entonces hueles, tocas, observas, saboreas las plantas, la tierra, el aire, la naturaleza…

 Oyes los sonidos del bosque, el lenguaje de los árboles y los animales, absorbes los nutrientes de la tierra y el prana del aire.

 Todo esto va recargando de energía tus circuitos, va desestresando tu sistema nervioso. 

 Es una experiencia sensorial, comunicativa y terapéutica.

¿Cuál es el origen de los baños de bosque?

Los japoneses, en su sutilidad, desarrollaron un bello concepto y práctica, SHINRIN-YOKU, que quiere decir sumergirse en el bosque, bañarse en la atmósfera del bosque… es por esto que se ha traducido como baños de bosque.

SHINRIN-YOKU, es una palabra compuesta de las palabras japonesas que se usan para bosque y para baño.

Así que, es en Japón donde tiene origen en la década de los 80 esta bella práctica y están tan convencidos de su efectividad sobre la salud de las personas, que las autoridades estatales la recomiendan desde el año 1982 porque consideraban, ya entonces, que darse baños de bosque combatía el estrés y favorecía la relajación.

baños de bosque japón

Hay que tener en cuenta que hablamos de una población, la japonesa, sometida a niveles de competitividad y presión muy altos.

Actualmente, en Japón, los médicos prescriben a sus pacientes “dosis de naturaleza”; forma parte de las políticas de medicina preventiva del país.

Así, han convertido los clásicos paseos por el bosque en un método anti-estrés  que une el placer y la terapia de una forma sorprendente.

Se trata de permanecer conscientes y relajados en la naturaleza.

¿Cuáles son los beneficios de hacer baños de bosque?

En los últimos 30 años, investigadores del mundo entero han llevado a cabo numerosos estudios sobre los efectos fisiológicos y psicológicos de la naturaleza, y en particular de los bosques, sobre la salud y el bienestar de los seres humanos.

La ciencia finalmente ha confirmado lo que ya sabemos desde hace mucho tiempo quienes amamos la naturaleza.

Los resultados evidencian que el bosque nos beneficia y que el contacto con la naturaleza tiene un profundo impacto en nuestro cerebro y en nuestra salud en general:

  • Reduce el estrés, la ansiedad y la irritabilidad.
  • Fomenta nuestra creatividad.
  • Incrementa nuestra capacidad de atención y empatía.
  • Potencia habilidades cognitivas y favorece el aprendizaje
  • Mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
  • Fortalece el cuerpo y el sistema inmunológico.
  • Mantiene a raya las hormonas del estrés, el cortisol*.
(*) Cuando nos sobre exponemos al cortisol y a otras hormonas relacionadas con el estrés, puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión, enfermedades cardíacas, aumento de peso y déficit de memoria y concentración.

Caminar conscientes por el bosque y la naturaleza también incrementa la actividad del sistema nervioso parasimpático y así, favorece que tengas un descanso reparador, que conserves la energía, reduce el ritmo cardíaco e incrementa la actividad intestinal.

El bosque nos beneficia. Está de nuestro lado. Numerosas investigaciones recientes muestran que favorece la paz interior, el optimismo y las sensaciones positivas.

Y es que ya se sabe que el aire de la naturaleza posee varios principios que favorecen nuestra salud, como las sustancias fitoncidas, unas moléculas aromáticas que liberan los árboles para protegerse de los parásitos y que además, tienen efectos curativos sobre los seres humanos.

El Shinrin-Yoku o los baños de bosque han venido para quedarse

Así, ya no es solo en Japón dónde están convencidos de los grandes beneficios que aporta el Shinrin-yoku sobre las personas, en Estados Unidos y en varios países de Europa, esta práctica ha entrado muy fuerte.

Y es que los baños de bosque nos permiten satisfacer ese anhelo de hermanamiento  que como seres humanos tenemos con la naturaleza.

Vivimos en grandes ciudades con un modo de vida que nos invita a vivir a un ritmo vertiginoso, sedentario, a pasar mucho tiempo en espacios cerrados, gran parte del tiempo ocupados en infinitas actividades laborales, familiares…

baños de bosque

Vivir cada vez más conectados a la tecnología y menos a la naturaleza afecta de manera negativa a nuestro cuerpo-mente.

Estamos atravesados por ondas, solicitadas por aparatos diseñados para llamar nuestra atención y este constante bombardeo de información requiere un gran esfuerzo por parte de nuestra mente, que puede llevarnos a sentir fatiga, agotamiento y agobio.

Por todo ello podemos decir que los baños de bosque han venido para quedarse con nosotros. No se trata de una moda pasajera.

Son un antídoto a nuestra vida actual y pasear por el bosque nos pone en contacto con nuestras raíces ancestrales, nos conecta con lo simple, con la presencia, con el aquí y el ahora.

”Pasea por la naturaleza en presencia y consciencia, en contemplación, abriendo tus sentidos sin prisa, absorbiendo toda la vida que está ahí, disponible para ti”.

El Grounding o Earthing. Los beneficios de andar descalzos por la tierra

 

Si además practicas lo que hoy llaman Grounding o también Earthing, que no es otra cosa que andar descalzos por la tierra, la arena, la hierba… si posas el culo en la tierra, si te tumbas o pones tu espalda en un árbol y contemplas, te recargarás de partículas muy beneficiosas.

Porque somos seres eléctricos.

Los seres humanos actuamos como antenas ya que somos capaces de emitir y captar energía.

 

andar descalzos por el bosque

La mayoría de nuestros procesos biológicos se producen también por intercambios de cargas eléctricas. Se producen iones cargados positivamente y necesitamos iones con carga negativa (electrones) para mantenernos sanos.

Nuestra base de recarga es la tierra, es sobre esta idea que se asienta el Grounding o Earthing.

Una terapia de múltiples beneficios.

El organismo se revitaliza realmente, se relaja y la energía fluye en su interior.

El cuerpo es un conductor natural y necesita tanto el contacto eléctrico con la tierra, como precisa del agua o de los nutrientes. Necesitamos liberarnos del exceso de cargas positivas que se acumulan en el organismo al mantenerse el cuerpo aislado de su entorno natural, la tierra.

El potente efecto antioxidante de los electrones al caminar descalzos

La tierra está cargada de electrones y, al caminar, estos electrones son absorbidos por los pies descalzos. Es conocido que los electrones tienen un efecto antioxidante muy potente y que eliminan los radicales libres.

Al practicar Grounding, los electrones de la tierra entran en contacto con nuestro cuerpo, obteniendo así grandes beneficios.

Vivimos inmersos en un mar de campos eléctricos y electromagnéticos, tanto naturales como artificiales.

La electricidad debiera fluir a nuestro través, pero el calzado que usamos habitualmente y las superficies aislantes cortan ese flujo. Entonces, se produce una carga que crea tensiones en el organismo y perjudica nuestra salud.

Oschman explica que, cuando pisamos la tierra, sus electrones libres se transfieren hacia el interior de nuestros cuerpos y que estos son, probablemente, los antioxidantes más potentes conocidos y actúan como anti-inflamatorios sin efectos secundarios.

Calzado artesanal vs calzado convencional

 Oschmann dice: «El día que comenzamos a usar calzado con suelas de materiales sintéticos nos aislamos de la energía de la Tierra y desde entonces los niveles de estrés han aumentado y la inmunidad ha disminuido”.

Los zapatos convencionales están fabricados con materiales aislantes que cortan la conexión eléctrica con la tierra. Los calzados artesanales, sin capas aislantes,  con suela de cuero o cáñamo son una buena alternativa.

Pisar descalzos la tierra permite al cuerpo re-equilibrar sus cargas eléctricas, un proceso básico para mantener la vitalidad y la salud.

Por otra parte, nos regeneramos con la invasión de los electrones libres (con carga eléctrica negativa) del campo de energía de la tierra, alimentado por el sol y desde el núcleo del planeta.

Sin este flujo energético, la vida de las personas, los animales y las plantas sería sencillamente imposible.

Dentro del cuerpo, la falta de conexión puede favorecer la inflamación generalizada y estar en el inicio de procesos que llevan a enfermedades.

Una falta de conexión a tierra durante tiempo suficiente representa un estrés para el organismo. Una más que se suma a las causadas por el estilo de vida urbano, las urgencias laborales o las tensiones emocionales de todo tipo. El estrés crónico se encuentra detrás de muchas de las disfunciones de salud de nuestra sociedad moderna.

La falta de electrones en los espacios en los que habitamos a diario, causada por los campos electromagnéticos de todos estos dispositivos, puede producir problemas importantes de salud:

 

  • Dolores de cabeza.
  • Dolores de estómago.
  • Disminución de la concentración.
  • Falta de energía.
  • ..

Los grandes beneficios de andar descalzos por la tierra. El Grounding

Además de constituir un regulador del sistema nervioso autónomo, del estrés crónico, de la inflamación, del sueño y de las enfermedades cardiovasculares, hacer toma de tierra resulta una potente terapia ante situaciones de estrés emocional, ansiedad, pánico, miedo, depresión, dolor y fatiga, y síntomas como las cefaleas, las palpitaciones cardiacas o el vértigo.

Las ventajas de vivir conectadas a la tierra son muchísimas, porque el contacto con la superficie de la tierra equilibra los sistemas biológicos:

  1. Te relaja. La activación del sistema nervioso parasimpático reduce los síntomas de ansiedad, las frecuencias cardiacas y respiratoria, la tensión arterial y la secreción de las hormonas estresantes adrenalina y cortisol.
  2. Te desinflama. Los electrones que proceden del suelo reducen la inflamación y la oxidación, y con ello, el dolor y los daños sobre las células.
  3. Proporciona energía. Karol y Pawel Sokal han mostrado que reduce la concentración de glucosa en sangre y orina, estabiliza los niveles de hierro, regula la homeostasis del calcio, fósforo y favorece la obtención de energía.
  4. Te protege. Evita los efectos negativos de los campos electromagnéticos sobre el organismo.
  5. Sincroniza tus ritmos. Contribuye a que los ritmos del cuerpo estén armonizados con la noche y el día. Mejora tanto el sueño por la noche como la sensación de vitalidad durante el día.

Caminar descalzo puede ayudarte a recuperarte del asalto constante de los campos electromagnéticos y de otro tipo de radiaciones de los móviles, ordenadores y Wi-Fi. También se cree que el Grounding puede ayudar a facilitar la formación de agua estructurada en el cuerpo.

    Adéntrate en los bosques, acaricia la tierra con tu cuerpo, camina descalza, abrázate a los árboles, tus hermanos, percibe los elementos y los seres sintieres y vivientes, báñate en los ríos, mares, cuida lo que comes, la calidad del agua, descansa..

    Todo esto está a tu alcance. Hazte responsable de tu bienestar. Responde con tus acciones.

    ¿Cómo te quieres sentir? ¿Cómo te quieres vivir?

    Tan fácil,  tan sencillo, tan de vuelta a casa…

    Carmen Enguita

    Si sientes la llamada de la naturaleza, te invito a ver dos maravillosos programas que amo, Vinculadas a la Tierra, un nomadeo de 5 días por el macizo de Ayllón, en Guadalajara, donde caminar en consciencia, dormir bajo las estrellas… un vínculo total con los elementos, especialmente con la tierra.

    Y nuestra peregrinación, A Corazón Abierto, un viaje iniciático donde caminamos durante una semana, tras las huellas de María Magdalena en pleno contacto con la naturaleza.

    Cómo comer sano a partir de los 40

    Cómo comer sano a partir de los 40

    Querida tribu de mujeres intemporales,

    Os traigo este artículo que pretende aclarar conceptos básicos para una alimentación que os ayude con los cambios hormonales que van llegando lentamente a partir del climaterio.

    (Me hacéis muchas preguntas sobre alimentación, sobre todo en el Taller del Umbral de la Sabiduría).

    Sabiendo que cada una es un mundo cambiante, lo que a mí me ha funcionado siempre es escuchar mi cuerpo y sus llamadas de atención, claro que si no está limpio, con pocas toxinas, habitado, será complicado que te cuente sus necesidades, pero según se vaya descargando de los excesos, te hablará.

    Tu cuerpo está diseñado para trabajar con nutrientes, no con comida basura o ingredientes que no reconoce.

    Aunque te sorprenda esto que te voy a decir, la comida es información que se comunica con nuestros genes para curarnos, nutrirnos y protegernos.  Es así.

    Tu cuerpo es hormonal, mental y emocionalmente único, por lo tanto, tienes que encontrar lo que te funciona a ti.

    A lo largo de su vida, el cuerpo necesita alimentarse de distintas formas; aprender a escucharlo y ser flexibles es clave.

     

    El estrés, tu mayor enemigo para tu salud

    ¡IMPORTANTE!  Cuando tu cuerpo entra en un estado crónico de estrés, tu sistema nervioso central enciende un mecanismo de defensa en el cual tú almacenas grasa y no desarrollas músculo.

    Pero cuidado, porque estrés también es enfado que ha sido reprimido, tristeza que no se ha superado, resentimientos, dificultad para perdonar, depresión, apatía, sentimientos de abandono, carencias en la vida sexual y una de las más importantes: la frustración por no bajar de peso o que no nos guste lo que vemos en el espejo.

     

     

     

    ¿Qué alimentos son claves para mantenerte saludable en la madurez?

     

    La importancia de los Micronutrientes

    Cuando hablamos de micronutrientes, estamos hablando de:

    • Las vitaminas.
    • Los minerales.

    Los llamamos micronutrientes porque las cantidades que requiere el organismo diariamente, son muy pequeñas, aunque no por ello de menor importancia para el desarrollo de las funciones vitales.

    En la madurez, cobran especial importancia algunos micronutrientes como el calcio y la vitamina D, que te ayudan a prevenir y reducir el riesgo de osteoporosis, una enfermedad muy frecuente en esta etapa de la vida y especialmente en las mujeres, cuando hemos pasado la menopausia.

    El Magnesio es fundamental para asimilar el calcio y generalmente, en la madurez, tenemos déficit de Magnesio. Hay que controlarlo.

    Tampoco debemos dejar de lado el potasio y el sodio; un consumo adecuado de potasio te ayuda a mantener los niveles de presión arterial más bajos. Si a la vez reduces la ingesta de sodio, ayudas a tu corazón y reduces el riesgo de enfermedades renales y otras.

    La vitamina E te ayuda a reducir los sofocos y sudores, propios de una etapa de la madurez.. Cuando la tomes, hazlo junto a la vitamina C, porque ayuda a que se absorba mejor.

     

    Los Macronutrientes que necesitamos para vivir una madurez plena

     

    • Las grasas esenciales.
    • Las proteínas.
    • Los carbohidratos (fibra).

    Estos alimentos deberían estar en todas tus comidas o, como mínimo, en dos de ellas, desayuno y comida.

     

     

     Las proteínas, grandes aliadas para tu salud

     

    ¿Qué sientes si no tomas suficiente proteína?:

    Puedes tener sensación de:

    • Mala memoria.
    • Comer compulsivamente.
    • Dificultad para bajar de peso.
    • Mala digestión.
    • Mala circulación.
    • Sensación de frío.
    • Hinchazón del abdomen.
    • Problemas para dormir.
    • Depresión.
    • Regeneración lenta de heridas.
    • Dolores de cabeza.
    • Bajo deseo sexual.

     

    ¿Dónde se encuentran las principales fuentes de Proteína?

    La tienes en las carnes blancas, el pescado, los huevos, el yogurt entero sin azúcar (preferiblemente de cabra, oveja o coco), el queso (preferiblemente de leche cruda de cabra u oveja).

    También la tienes en el tofu, el tempeh, los frutos oleaginosos (la nuez, la almendra, la avellana, etc.).

    Consume proteína ecológica y de pasto; en el caso del pescado, evita el de acuicultura.

    Si sabes que eres sensible o intolerante a los lácteos, es preferible evitarlos ya que pueden generar inflamación.

    Otras fuentes secundarias de proteína:

    Los siguientes alimentos contienen una “ligera” cantidad de proteína:

    Las judías, las lentejas, los garbanzos, las algas marinas.

    Si eres vegetariana o vegana y quieres usar fuentes secundarias de proteína, es importante que sepas cómo hacerlo, de lo contrario puedes sufrir de una deficiencia de proteína.

    Pero no todas las proteínas son saludables

    Idealmente puedes eliminar estos alimentos de tu dieta:

    • La proteína de soja, puede desregular tus hormonas.
    • La proteína de suero de leche (la leche comercial), generalmente está repleta de hormonas, antibióticos…
    • El queso procesado.
    • La carne procesada contiene muchos antibióticos, toxinas y hormonas.

    La proteína repara músculos, tejidos y órganos.

    Si no consumes proteínas no podrás reparar o generar músculo.

    Necesitas tomar grasas de buena calidad:

     

    Síntomas de una deficiencia de grasa esencial:

    • Mala digestión.
    • Dificultad para bajar de peso.
    • Estreñimiento.
    • Piel reseca o piel grasosa.
    • Cabello reseco y quebradizo.
    • Ojos rojos o resecos.
    • Mal humor o cambios de humor.
    • Ciclo menstrual irregular.
    • Hambre constante.
    • Antojo por comida grasosa/frita.
    • Comer compulsivamente.
    • Bajo deseo sexual.
    • Dificultad para concentrarse.
    • Uñas maltratadas.

     

    Fuentes principales de Grasa esencial:

    • Los aceites de primera presión en frío para comer crudos (oliva, sésamo, coco, lino, almendra, cáñamo, aguacate, macadamia…).
    • Las semillas y los frutos secos (chia, lino, calabaza, girasol, sésamo, almendras, nueces, avellanas, macadamias…), que podemos consumir enteros o en cremas (tahini, crema de almendra, etc.).
    • Las aceitunas.
    • Los aguacates.
    • Los huevos.
    • La mantequilla y el ghee (mantequilla clarificada).
    • Los lácteos.
    • El coco y derivados.

     

     

    Carbohidratos sí, pero en su justa medida:

     

    Síntomas de una deficiencia de carbohidratos:

    • Hambre intensa y constante.
    • Antojo (especialmente por alimentos altos en carbohidratos).
    • Cambios de humor.
    • Estreñimiento (si hay deficiencia de fibra).

     

    ¿Dónde encontramos las fuentes principales de carbohidratos? 

    • Cereales integrales: arroz, quinoa, cebada, mijo, trigo sarraceno, centeno.
    • Judías y lentejas.
    • Frutas y vegetales.

    Hay algunas personas que ni asimilan ni absorben bien los cereales integrales y las leguminosas, causándoles alergias, indigestión, gases e incremento de peso.

    Algunos cereales integrales como el trigo, el centeno y la cebada, contienen gluten, lo que provoca en algunas personas inflamación, dolores de cabeza o intestino permeable, entre otros síntomas.

    En ocasiones, hacer una desintoxicación de gluten puede traer muchos beneficios. Expertos indican que el cuerpo humano no necesita (nutricionalmente) consumir cereales integrales como el trigo, el arroz, la cebada o el maíz.

    Si tienes diabetes, resistencia a la insulina, colesterol alto o tienes sobrepeso, reducir el consumo de todos los cereales integrales puede beneficiarte mucho.

    Y si decides integrarlos a tu plan de alimentación, experimenta con la quinoa, el trigo sarraceno, el mijo o el arroz salvaje. Si notas que te inflamas o te caen pesados, es preferible que no los consumas.

    En el caso de la fruta, esta tiene muchas propiedades nutritivas y antioxidantes. Sin embargo, un consumo excesivo de fruta puede generar un exceso de fructosa en el cuerpo, la cual puede generar hígado graso y dificultad para bajar de peso, entre otras cosas.

    Por lo tanto, es importante experimentar para encontrar la cantidad ideal para cada persona.

    Cuando consumas fruta, añade siempre proteína y/o grasa, para modular la respuesta del azúcar en la sangre.

    Si sufres más de 1 síntoma de deficiencia de carbohidratos, toma hidratos de buena calidad, como son los vegetales o, si los toleras bien, algún cereal integral o leguminosa.

    Cómo afectan los carbohidratos en la madurez

    Una de las principales claves para bajar de peso, prevenir y revertir enfermedades y mantener tus hormonas estables, consiste en modular tus niveles de azúcar e insulina en la sangre.

    El índice glucémico es una medida que se usa para medir, cómo distintos carbohidratos contenidos en alimentos individuales, elevan tus niveles de azúcar en sangre después de su ingestión.

    La carga glucémica toma en cuenta porciones. Entre más alta la carga glucémica, más aumentan tus niveles de azúcar. Entre más baja la carga glucémica, menos aumentan tus niveles de azúcar.

    Lo más saludable es tener la menor elevación en tus niveles de azúcar.

    La proteína y la grasa esencial prácticamente no afectan tus niveles de azúcar en la sangre.

    Los alimentos con mayor carga glucémica son los carbohidratos procesados como los refrescos, el azúcar, las harinas procesadas, los panes y algunos cereales como el arroz.

    Existen principalmente 5 hormonas que pueden afectar a tu peso: insulina, cortisol, estrógeno, progesterona y tiroides.

    La insulina es la primera en afectar a tu peso y desregular muchas de las demás hormonas.

    El balance en tus niveles de azúcar en sangre es clave para un balance hormonal.

    No queremos un desayuno lleno de carbohidratos, ya que generará más ansiedad y antojos el resto del día. Lo ideal es un desayuno alto en proteína y grasa esencial, (huevos, aguacate, salmón, sardinas…). Los cereales y frutas tienen una alta carga de glucosa.

     

    Vamos a hablar de la Insulina y de cómo metabolizamos el azúcar

    Cuando consumimos carbohidratos o azúcar, el cuerpo lo convierte en glucosa.

    El páncreas produce insulina, que es la hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células.

    La insulina, además de actuar como llave para llevar la glucosa a las células, se asegura de que tus niveles de azúcar siempre estén en homeostasis (ni muy altos, ni muy bajos).

    Y aquí viene algo que no siempre conocemos. La glucosa se utiliza de forma inmediata para darnos energía durante el día. Si sobra, la convierte en glucógeno para usarlo más tarde como fuente de energía y se guarda en el hígado y en los músculos. Si sobra más de lo que puede almacenar en hígado y músculos, lo almacena como grasa.

    ¿Qué ocurre cuando tus niveles de azúcar bajan mucho? pues que el páncreas produce glucagón para sacar de tu hígado y de tus músculos el glucógeno y convertirlo en glucosa nuevamente, para aportarte la energía que necesitas.

    La insulina es conocida como la hormona almacena grasa y nos afecta a todos, no solo a los que tienen diabetes.

    Cuando el consumo de carbohidratos y azúcar es excesivo, este ciclo que acabo de relatar, se repite y el cuerpo se hace resistente a la insulina, ya no funciona bien con la cantidad de insulina que produces y necesita producir mucha más o bien, eventualmente, deja de producir, pasando a una condición que llamamos diabetes.

    Una de las cosas más importantes para mantener un peso saludable, prevenir y revertir situaciones de salud, evitar ansiedad y antojos… consiste en mantener siempre estables los niveles de azúcar e insulina en la sangre.

    Consumir azúcar hace todo esto por ti:

    • Debilita la función de tu sistema inmunológico.
    • Inflama el cuerpo.
    • Acelera el envejecimiento prematuro.
    • Afecta a nuestro comportamiento y nuestras habilidades cognitivas (provocando Alzheimer y demencia).
    • Incrementa los niveles de estrés en el cuerpo.
    • Acidifica la sangre.
    • Desmineraliza el cuerpo de importantes nutrientes (vitamina C, A, B12, calcio, fósforo, magnesio y hierro).
    • Activa la producción de insulina, lo cual conlleva a cambios de humor, depresión, ataques de pánico, insomnio y déficit de atención.
    • Promueve el almacenaje de grasa en el cuerpo, órganos y tejidos.
    • Desregula las hormonas sexuales como el estrógeno, progesterona y testosterona, lo cual puede causar sobrepeso, infertilidad, crecimiento de vello no deseado, caída de cabello, acné….

     

    Tracemos un Plan de Acción para comer sano a partir de los 40

     

    El balance macro nutricional es fundamental porque te va a ayudar a disminuir tus antojos y andar picoteando, elevar tus niveles de energía, evitar irritabilidad, mejorar tu concentración y bajar de peso si no tienes un problema hormonal o metabólico.

    Haz el siguiente ejercicio:

    Analiza cuáles son las fuentes de proteína, grasas y carbohidratos que consumes habitualmente en tu desayuno, comida y/o cena. Anótalo y sé sincera contigo.

    Interesa más tener una buena fuente de proteína en el desayuno y la comida que en la cena.

    Si al anotar tus fuentes ves carencias de alguna de ellas, toma nota de aquello que debes ir corrigiendo.

    Ahora, más que nunca, en esta etapa de la vida en la que te encuentras (+40), es fundamental seguir una dieta equilibrada.

    Evita las grasas saturadas, la cafeína, el tabaco, las bebidas carbonatadas… son alimentos que dificultan la asimilación de calcio.

    Reduce las carnes con grasa saturada y el azúcar, limitan la capacidad de metabolizar el estrógeno.

    Aumenta las proteínas y reduce los hidratos de carbono. El metabolismo se ralentiza y los hidratos de carbono se digieren lentamente, por lo que una dieta rica en hidratos de carbono favorece los síntomas de la menopausia y también el aumento de peso.

    Redúcelos especialmente en forma de harinas y, si tomas cereales, los más recomendados son la quinoa, el mijo y el trigo sarraceno.

    Tu cuerpo ahora te pide vida fresca, comer alimentos vivos, sanos, con los menos aditivos químicos que puedas (Brotes, ensaladas, frutas, algas, frutos secos, clorofila…).

    En época de sofocos, prioriza una buena alimentación a base de vegetales, verduras  y frutas, un buen aporte de proteína y los hidratos de carbono redúcelos todo lo que puedas.

    Toma fermentos cada día. Es muy importante el aporte de fermentos a tu dieta, son bacterias buenas.

    Preferentemente, toma bebidas de leches de frutos secos (leche de almendras, avellana, avena…) en lugar de lácteos y derivados de la vaca, las leches comerciales.

    Para aumentar de forma natural los niveles de estrógeno, consume alimentos y plantas que lo contengan en estado natural:

    Alfalfa, brotes de soja, semillas de lino, ajo, semillas de sésamo, semillas de calabaza, pepino, manzana, semillas de anís, repollo, remolacha, aceite de oliva, aceitunas, papaya, semillas de girasol, guisantes, trébol rojo…

    Toma agua en cantidad ya que la bajada de estrógenos reseca la mucosa. Además, beber agua durante el día es esencial para poder absorber y asimilar los nutrientes.

    Incorpora en tu dieta alimentos fitoestrógenos como la soja fermentada, el kuzu, el miso, el tempeh, los frutos rojos, el lino, la salvia, el lúpulo…

    Bebe un litro de infusión de hierbas nutritivas (ortiga, avena, trébol rojo u hoja de consuelda) al menos cuatro veces por semana.

    La infusión de ortiga fortalece, nutre, y reconstruye las glándulas suprarrenales, lo que facilita o elimina los sudores nocturnos.

    No hagas más de 3 comidas al día, si no, no quemarás grasa y no perderás peso.

    Durante la premenopausia complementa la dieta con aceites vegetales ricos en omega-9, por ejemplo, aceites de Onagra, de salvado de arroz o de borraja.

    Estos aceites ayudan a regular la producción de prostaglandinas que son las que regulan la presión sanguínea, la coagulación de la sangre, la respuesta inflamatoria alérgica y la actividad del aparato digestivo, entre otras funciones y favorecen una menopausia serena tanto en el plano hormonal como del humor o estado de ánimo.

    Concéntrate en consumir comida real, producto local, de proximidad, de temporada, preferiblemente ecológico y siempre de la mejor calidad y evita los alimentos procesados, no suman, solo restan.

    Generar, crear salud es nuestra responsabilidad, es la base para vivir sanas, vitales e intemporales.

    Practica esto todo lo que puedas:

    • Cultiva el silencio, practica la observación interior.
    • Convierte la respiración profunda y abdominal en tu aliada frente al estrés.
    • Escucha tu cuerpo.
    • Pasa tiempo en la naturaleza.
    • Mantén un cuerpo flexible. Entrena tu cuerpo regularmente, eso hará que mejore tu salud y tu vida en general; así aumentaras tu vitalidad, tu bienestar y tus hormonas no se dormirán.

     

    Carmen García Enguita

    Si deseas profundizar en tu salud y en tu bienestar personal en esta etapa maravillosa de tu vida, accede al Taller que he creado especialmente para ti,
    “El Umbral de la Sabiduría”

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